A continuación algunos aportes de alumnos cursantes:
1- Marcos Menegozzi
UNIVERSIDAD NACIONAL
DE ROSARIO
Facultad
de Psicología
Neuropsicología y
Psicología del Desarrollo
Prof. Tit. : Dr.
Roberto Frenquelli
Seminario
¿DÓNDE SE ENCUENTRA LA MENTE?
-DISQUISICIONES SOBRE LA LÓGICA DE
LO VIVIENTE-
Trabajo Práctico
Alumno: Marcos
Menegozzi
Legajo Nº: M-0648/3
Año: 2016
“Este libro trata del espacio, del lenguaje y de la muerte;
trata de la mirada.”
El nacimiento de la
clínica, Prefacio, Michel Foucault.
INTRODUCCIÓN
La palabra disparadora que abre a mi reflexión es LIMBO. ¿Se
encuentra la mente, el aparato psíquico, entre el cuerpo y el alma? ¿Estará en
una zona donde su base material sea un intermedio entre el cuerpo y el alma?
Donde su asiento sea una materialidad diferente a lo pensado por materia hoy en
día. Algo así como una materia flotante de supraenergía.
De los 2500 años que Occidente viene pensando
el cuerpo y el ánima; sólo los últimos 150 años están dedicados en forma
sistemática, con método científico y nuevas técnicas al cerebro (al encéfalo);
a su anatomía, a su fisiología; al delirio del animal humano de querer explicar
todo en él y por él. Charles Bell (1774-1842), fisiólogo y neurólogo
considerado fundador de la anatomía nerviosa moderna da un paso importante para
ello. El encéfalo es la nueva Piedra Filosofal. ¿Será? Por ahora lo es. Y como
lo es por ahora a él me remito para ver cómo mueve a la vida humana. Como sus
impulsos, desde los más básicos (Procesos Neuropsicológicos Básicos), hasta los
más complejos (Funciones Cerebrales Superiores) determinan nuestro lugar,
nuestro posicionamiento en el espacio y el tiempo en el planeta, en esta
porción insignificante de universo conocido. ¿Destronó lo Cerebral a lo Divino?
Como un dios pagano errante, excéntrico; como
un joven Diógenes me interrogo por las nuevas sombras que debemos quitar para
que el sol nos ilumine. Pero…¡¡¡qué maldita ironía!!!...hago todavía, como hace
un par de milenios, preguntas metafísicas.
¿Dónde reside la mente? ¿La mente es el alma
que nombra Freud? ¿La vida anímica es la mente o el espíritu? ¿El alma y el
espíritu son lo mismo? ¡¡¡Oh, beautiful brain, ven a mí, socorredme!!! Dadme
basamento para que mi locura no me pierda y comience a discurrir como un
filósofo. ¡¡¡Un médico por acá!!!
HUESOS,
CARNE, GRASA Y LÍQUIDOS (SOPORTE DE LA MENTE)
Junto a los intentos de conocer mejor las
características anatómicas y fisiológicas del tejido nervioso, tienen lugar
también las investigaciones acerca de la localización de las FUNCIONES
PSICOLÓGICAS; el intento de hallar EN EL CEREBRO los procesos mentales. Se
destaca en esta investigación el
neurólogo alemán Franz Gall (1758-1828). Gall postula el localizacionismo (cada
proceso mental tiene asiento en una parte específica del cerebro). Pero esta idea
va a ser refutada por el fisiólogo francés Pierre Flourens (1794-1867), el cual
postula que el cerebro funciona como un todo único organizado dinámicamente, lo
que constituye una idea embrionaria acerca de la NEUROPLASTICIDAD.
La hipótesis de que las funciones
psicológicas complejas tienen su sustrato biológico en la corteza cerebral se
vio confirmada por primera vez por los trabajos de Paul Broca (1824-1880),
neurólogo francés. En estudios post mortem del cerebro de un paciente que en
vida había padecido alteraciones del lenguaje articulado, Broca pudo establecer
que existía una lesión en el tercio posterior de la circunvolución frontal
inferior del hemisferio izquierdo. Lo que le permitió formular su clásica
frase: “Hablamos con el hemisferio izquierdo”. Esto pudo comprobarse
experimentalmente en el siglo XX por medio de técnicas imagenológicas no
invasivas.
Esto contribuyó al desarrollo de la
psicología experimental como ciencia diferenciada a mediados del siglo XIX.
No podemos observar directamente a la
conciencia, ni al inconciente por más máquinas avanzadas que utilicemos, pero,
¿dónde más “localizarlos” que en el cerebro? Seguramente ya a los seres humanos
contemporáneos se nos arrebató la superstición, la ignorancia de querer
localizar al aparato psíquico en los pies, en el culo, en el corazón o en los
dientes. Pero todavía estamos condenados al misterio. Aún sabiendo que lo
psicológico moviliza energía, información y mella en la materia, tenemos un
punto ciego insalvable por lo menos hasta ahora. Cerebro, cerebelo, médula
espinal, corteza cerebral, tronco encefálico, Sistema Reticular Ascendente,
sinapsis eléctricas y químicas, neurotransmisores, hormonas, medio ambiente, el
semejante, la caricia, el amamantar de una cálida madre...¿todo esto es el
cuerpo y la mente?, ¿todo esto es la lógica del que vive? Todo junto y nada
separado, multidiverso, multidimensional, dinámico. Parece que sí. Parece que
la única separación es el desgarro del nacer, el fluir de un ambiente endógeno
a uno exógeno, el caer a la vigilia en bruto, al kindling existencial.
Porque…¿acaso el viviente animal humano puede expresar su ser sin caricias y
sin lenguaje?
Y si en el dormir y el soñar la fisiología
humana es lo libidinal por antonomasia, tal vez no haya que hacerse tantas
preguntas (sin preguntas hay imposibilidad del avance científico y poético de
la vida), y sólo ver con los ojos frescos esa realidad representada por nuestro
encéfalo y dejarnos maravillar. Pero somos golosos y queremos más. Queremos
destriparlo todo.
El cerebro es un cerebro en RELACIÓN, es
EXPERIENCIA dependiente y expectante. Vivimos en y para lo intersubjetivo. Lo
biológico tiene que ver con la diversidad, con la intersección, con la
perturbación. Entonces, lo psicológico tiene que ver con la diferencia, con la
relación, con contexto, con la complejidad. Con la imposibilidad de pensar a lo
aislado en su estado puro. No existe lo aislado sino a condición de ser algo
muerto. No existe lo dual: coincido con el Dr. Roberto Frenquelli; creo en el
monismo psicofísico emergentista. Y creo porque veo las pruebas en la
existencia de lo humano, porque mi acto de fe es carnal, pero endemoniadamente
complejo como para solamente quedarme con un pedazo de carne. Porque la carne no
habla, se deja hablar por el deseo. Y goza. Y el deseo por si…¿dónde se
asentaría sino en la carne? Soldadura.
Sensoperceptivo, hecho un hecho histórico y
social, me perturbo. Y por más que me vea en una resonancia magnética, mi
mirada no alcanza a verme todo. Me veo errante, careciente, fugaz. ¿¡Hay algo
más perturbador que verse por dentro!? Que verse una línea de tiempo que
decrece mientras crece, mientras transita el mundo hacia la tumba. Y digo el
mundo, digo esa creación del homo homo sapiens, que empezó colgada de los
árboles; porque el planeta ni sabe que existimos.
Materia y espíritu. Neuronas y Ello, Yo,
Superyó. Soldadura de lo vital, del azar y la necesidad. Vivimos en ese ir y
venir que es un solo camino. Evolucionamos. Caminamos la tierra. Desde lo más
primitivo, desde nuestra memoria genética de nuestro “primer cerebro”
(impulsos, instintos, lo endógeno, hipotálamo, tronco, médula), caminando hacia
el “segundo cerebro” (memoria, aprendizaje, emoción, sistema límbico), hasta el
“tercer cerebro” (lenguaje, creación, procesos imaginarios, neocorteza). Si.
Caminando. Bipedestando nuestros logros homínidos; siendo el sonido melodioso
de un acto musical y la furia gutural de las cavernas. Todo en uno. Todo en un
caldo primigenio que emerge porque está impulsado a deber ser, o desaparecer en
la noche de los tiempos donde tal vez ni el dormir y el soñar nos contengan.
¡¿Dónde se encuentra la mente?! ¿Dónde yace
el descubrimiento de Freud? ¿Dónde puedo encontrar lo que no se ve? ¿Será de
aire la mente? ¿Estará en el limbo, y el limbo en otro limbo jugando a las
escondidas con los niños de un juego religioso? ¿Será todo esto un espejismo,
una burla, una traición de algo o de alguien extraterreno? ¿Existimos?
¡¡¡Maldita metafísica!!!! Pero…¿no es estimulada esta metafísica por la
mismísima biología? ¿Por la carne que llora y mama y ama y
trabaja y muere?
2-
Lara Tenenbaum
NEUROPSICOLOGÍA Y
PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO.
MEMORIA EMOCIONAL E INCONSCIENTE PSICOANALÍTICO
SEMINARIO Dr. FRENQUELLI
TRABAJO FINAL.
· Alumna: Tenenbaum, Lara Judith.
· Legajo: T-5171/3
· Año: 2016.
Poder elegir un tema de lo
dictado en el seminario para realizar este trabajo con vistas de dar un cierre
al mismo no ha sido fácil. Comencé por tomar mis anotaciones de clases y el
libro “Psicofisiología. Una aproximación bio-lógica a la comprensión del hombre”
para lograr encontrar un hilo conductor que me lleve a elección de mi tema y
que a la vez me resulte de interés.
Llegue a la conclusión de que el
seminario, su libro y la materia en sí tratan de una interrelación.
Interrelación entre lo que en nuestra facultad se intenta estudiar como
binario, como opuesto. Es el intento de
romper con la lógica binaria, es la lógica de lo uno lo que emerge en esta
materia. Y este seminario logró demostrarlo bien. Nos dicen: “el aparato mental
es observable desde dos perspectivas diferentes: como un objeto material o como
conciencia subjetiva”. Estoy de acuerdo en decir que sin sistema nervioso no
somos, y también estoy de acuerdo en decir que existe una historia, una
subjetividad, un otro determinante que modifica lo anatómico que traemos desde
el comienzo. Ni siquiera Freud ni en su formación ni en sus obras deja de lado
uno de estos dos aspectos. Un gran ejemplo es el manuscrito “proyecto de
psicología para neurólogos” escrito en 1895. Extraje varias citas que indican su
adhesión a lo orgánico: O sea, las bases biológicas del alma o psique: “La teoría de la libido, descansa
mínimamente en bases psicológicas, y en lo esencial tiene apoyo biológico”
(Freud, 1914, p. 76). “De lo que llamamos nuestra psique (vida anímica)
son consabidos dos términos: en primer lugar, el órgano corporal y escenario de
ella, el encéfalo (sistema nervioso) y, por otra parte, nuestros actos de
conciencia, que son dados inmediatamente y que ninguna descripción nos podría
trasmitir” (Freud, 1940, p. 143).
Esta conclusión me lo indica un
pequeño detalle: todas las clases, usted, en los primeros minutos, dejaba
asentado en el pizarrón dos conceptos: uno del lado izquierdo, otro del lado
derecho, uno referido a lo anátomo-fisiológico
de nuestro sistema nervioso y otro referido a lo psicológico, a lo
psicoanalítico a lo que se nos trasmite (en la facultad y en muchas
representaciones sociales) como “lo que no tiene asiento biológico”. Es por
esto que mucha gente cree que la psicología, el psicoanálisis y nuestra
experiencia subjetiva (emociones positivas y negativas, recuerdos que llevamos
a terapia) están simplemente en el aire, que lo biológico es otra cosa, que por
cierto está representado como lo más científico y lo más legítimo. Claramente
el decir Neuropsicología es ya poder acortar la brecha de lo biológico y lo
psicológico y destruir la lógica binaria. Es decir, no todo es sinapsis, no
todo es núcleos, nervios, estructuras del sistema nervioso, etc. también hay
subjetividad, intersubjetividad e historia personal. Usted bien lo dijo en la
primer clase: “lo psíquico siempre esta sostenido en la materia, lo psicológico
no es solo lo simbólico”.
Un ejemplo de una clase que me
resultó clave para darme cuenta de la trama del seminario fue la primera. Basada
en el dormir y en el sueño. No solo se habló de lo fisiológico, del sistema
reticular ascendente-descendente. Sino también de libido, de los primeros
lazos, el ambiente del recién nacido, entre otros conceptos tomados de otras
disciplinas como ser el psicoanálisis.
El tema al que dedico este
trabajo no apareció explícitamente en las clases pero creo poder construirlo
con la misma lógica que se utilizó.
Me interesaría poder escribir
acerca de la memoria emocional. Si bien no es conveniente realizar estos
recortes dejando de lado todos los otros tipos de memoria y demás procesos con los cuales esta
última se relaciona, es necesario, para poder resumir, hacer este recorte.
La memoria es una capacidad
humana básica, indispensable para la supervivencia y para las funciones
psicológicas más complejas. Entra bajo el concepto de dispositivos básicos del
aprendizaje o las funciones básicas cerebrales. Es la base de nuestro
conocimiento. Esta capacidad tendría que ver con el almacenamiento y evocación
de la información o de sus consecuencias.
Signoret determino tres fases para explicar el funcionamiento de la
memoria en relación con la información. La primer fase la denomina memorización
o codificación tiene que ver con percibir una información nueva y operar sobre
la misma utilizando conocimientos ya almacenados. La segunda fase refiere a la
conservación o almacenaje, son los procesos que llevan a la conservación de los
trazos mnémicos, hasta que estos necesiten utilizarse (archivar). Y por último,
la tercera fase tiene que ver con el restituir, evocar eso que se archivó. La
memoria no es solo almacenar, sino no tendríamos noticia de ella.
La memoria no encuentra una
localización anatómica única y delimitada en el sistema nervioso central. Esto
no significa que los recuerdos estén dispersos por todo el encéfalo sino que no
todos los recuerdos están en un lugar determinado. Lo que está comprobado es la
formación de circuitos de memoria, es decir, redes neuronales donde se dará una
facilitación para que el estímulo atraviese más fácilmente un camino que otro.
Es por esta razón que cuanto más contacto con, por ejemplo, un estímulo
auditivo (ejemplo: una canción) tengamos mayor facilidad tendremos para
recordarla. La memoria (y, en especial el aprendizaje) está muy relacionado con
la plasticidad neuronal. Esto quiere decir que las experiencias que se van
inscribiendo producen cambios neuronales a nivel químico y estructural. Hablar
de plasticidad es alejarnos de la determinación genética, es un acercamiento a
la psicología / psicoanálisis. Es tener en cuenta lo ambiental y lo intersubjetivo. Es tener en cuenta la
asistencia ajena desde un comienzo de la vida del hombre como elemental, la
construcción de subjetividad a partir del otro.
Sabemos que Freud en algunas de sus
escritos como por ejemplo “La interpretación de los sueños” y en su carta
número 52 a Fliess vemos ya el comienzo de un intento de Freud de dejar atrás
un modelo neurofisiológico del aparato psíquico. Si hablamos de memoria,
inmediatamente en Freud hay que hablar de Prcc. Es el sistema donde los
estímulos internos y externos dejan su huella: la famosa huella mnémica.
Constantemente nos enfrentamos a nuevos estímulos que se inscriben en el aparto
(plasticidad neuronal). El bien define que para hacer consciente lo susceptible
de conciencia es necesario la atención, lo cual nos acercaría a otro de los
DBA. Agrega que es el sistema del lenguaje, tiene a su cargo la
sensopercepción. Está claro que hasta aquí coincide, por más que se nomine de
manera diferente, como se organizan nuestras capacidades psicológicas.
Existe una clasificación de la
memoria llamada modelo multi-almacén que habla de tres estadios: memoria
sensorial, memoria de corto plazo, memoria de largo plazo y memoria
implícita. Dentro de las memorias a
largo plazo encontramos las declarativas y las no declarativas. Estas últimas
son también denominadas implícitas ya que no hay posibilidad de explicarlo a
través del lenguaje, no hay posibilidad de declararlas. Un ejemplo podría ser
el caminar, el subir una escalera (memoria procedimental). El hablar de no
declarativo, el no poder hacerlo consciente puede llevar a relacionar esta
imposibilidad de palabra a la explicación de Freud acerca de la representación-
palabra, representación-cosa. Lo inconsciente reprimido no es susceptible de
conciencia (en este caso, de expresarse en palabras) porque no fue investido
por la representación-palabra. Todo lo preconsciente deviene por una
investidura de la representación- palabra a la representación-objeto. La memoria
implícita estaría ligada a las propiedades físicas del objeto
(representación-objeto) y la memoria explicita estaría ligada al significado
(representación-palabra).
La emoción organiza la
percepción, los pensamientos, la memoria, la fisiología, la conducta y la interacción social. Las emociones organizan
las respuestas a estímulos placenteros o
displacenteros. ¿Acaso no es esto lo que Freud dice? La emoción tiene un inmenso
valor en la supervivencia, desde los tiempo primitivos vemos como por ejemplo
el miedo fue útil para escapar del peligro. Personas que por ejemplo tienen la amígdala
dañada, serían incapaces de detectar situaciones de riesgo o peligro.
La memoria
emocional según Damasio (1994) y Nadel (1992) se procesa
sobre todo en la amígdala y en la corteza órbitofrontal, aunque hay otros
centros de evaluación de estímulos con los que está interconectada. El sistema
límbico está ligado a la emoción. Específicamente parece menester aportar
información sobre el complejo nuclear amigdalino, alojado cerca del gancho del
hipocampo. Es un conjunto de núcleos ubicados en la profundidad de los lóbulos
temporales. La amígdala envía proyecciones al hipotálamo, encargado de la activación del sistema nervioso autónomo, es por esto que se dan los cambios
en el sistema nervioso autónomo, tales como frecuencia cardiaca, motilidad
gástrica y vasodilatación, que acompañan toda emoción. La amígdala juega un rol
fundamental en la evocación del contexto emocional de la información.
La amígdala
está establecida en sistemas de bajo nivel, lo que justifica que la conciencia
como proceso cognitivo superior no pueda aparecer. Es decir, no espera a que la corteza cerebral, interpreta
y de significado a los estímulos, También por esto el tiempo de
tramitación es mucho más rápido. La emoción es procesada independientemente del
pensamiento consciente, es no consciente en el sentido neurológico y también
puede serlo en el sentido psicoanalítico. Freud subraya que la forma de la
descarga psicomotora en el niño (expresión de las emociones, llanto), sirve
para una función comunicativa que al comienzo no es intencional, pero que tiene
como efecto despertar en el adulto la acción específica para satisfacer la
necesidad, deviniendo intencional después.
Sin embargo, este mecanismo
tiene un costo: es por culpa de la amígdala que nos cuesta tanto olvidar los
traumas infantiles, las rupturas sentimentales y todo aquello que nos ha hecho
sufrir en algún momento. En el caso más extremo, el exceso de actividad de la
amígdala es en gran parte responsable de que las personas que han sufrido una
violación o hayan sido víctimas de una guerra desarrollen un trastorno de
estrés postraumático. No es la única involucrada, ya que el circuito que
controla las emociones en nuestro cerebro es complejo e
implica muchas más estructuras clave como el hipocampo, la
corteza pre frontal o la región anterior de la corteza cingulada. Sin que
lleguemos si quiera a darnos cuenta, nuestra amígdala asocia continuamente sucesos que nos provocan miedo o
malestar. Pueden
llegar a generarnos un profundo malestar, y nuestra amígdala se encargará de
añadir ese componente emocional negativo cada vez que se presente la misma
situación. Si se permite, se podría comparar la no inscripción del trauma según
la concepción psicoanalítica con un alto grado de actividad de la amígdala pero
la no ligazón entre el recuerdo de la memoria declarativa con el recuerdo de la
emoción de un momento traumático. Es decir, ante una situación similar o ante
algún estimulo que se relacione con aquel que no se ha inscripto en la memoria
declarativa la memoria emocional intenta resguardarnos de la situación y así se
explicaría, por ejemplo, el intento de huida de la fobia. Si hablamos
específicamente del trauma infantil podemos argumentar la reacción emocional
ante un estímulo pero la falta del recuerdo ya que el lenguaje no se encontraba
inscripto como función superior. Al no haber lenguaje, no hay memoria
declarativa.
Por otro lado,
la corteza órbito frontal es una región del lóbulo frontal que se encuentra
implicada en funciones de integración sensorial, en la representación del valor
afectivo de los reforzadores, en la toma de decisiones y en la formación de expectativas. Concretamente, se cree que la Corteza orbito
frontal humana regula la planificación conductual asociada a la sensibilidad a
la recompensa y el castigo.
En definitiva, la memoria
emocional es solo un ejemplo de tantos para justificar la falta de argumento
para la lógica binaria que atraviesa hoy la Facultad de Psicología. Creo hasta
ahora haber comprendido que la materia y específicamente el seminario, van
encaminado en este sentido.
Para dar mi opinión acerca del
seminario me pareció positiva la experiencia. La duración fue justa y
necesaria. Si bien los seminarios de la materia deben ser cortos no creo que en
dos o tres clases se pueda llegar a alguna enseñanza. Es por eso, que,
comparado con los seminarios más cortos se hace posible la apertura de muchos
interrogantes. En cuanto a los contenidos fueron interesantes ya que en lo
personal me gusta la línea biológica del plan de estudio. Y esta materia es una
interdisciplinariedad que no deja de lado las demás corrientes.
3-
Belén Manzo:
3-
Belén Manzo:
|
||||
|
Introducción:
A
partir de las clases del seminario me ha interesado y ha llamado profundamente
la atención la temática del dormir y el soñar. Si bien pude inteligir ciertos
procesos entorno al sueño a través de la materia Psicoanálisis 1, pero como se
indica desde el propósito de esta materia es necesario y preciso poder conocer
sus funcionamientos, su fisiología. Desde esta materia la propuesta es ver que
lo psicológico está acompañado por lo fisiológico y su correlato anatómico, que
explican los funcionamientos neurológicos que experimenta todo ser humano y su
conocimiento ha ahondado en ellos para darle una vuelta de tuerca desde otra
mirada, no solo teniendo en cuenta a la psicología sino a la neurología, los
procesos que se desarrollan en nuestro interior y que probablemente no nos
hemos anoticiado de ellos. Por esto decidí tomar en cuenta uno de los temas que
se ha charlado en una de las clases e investigar sobre ellos.
Desarrollo:
Una
de las funciones del Sistema nervioso central es regular el ciclo del dormir y
la vigilia. Dentro del dormir el soñar produjo curiosidad.
Los
sueños constituyen una experiencia humana universal y suponen un reto para su
estudio desde la neurociencia, la conciencia, las emociones y la cognición.
Así, los sueños han sido abordados desde múltiples puntos de vista, que van
desde la filosofía hasta la medicina clínica, pasando por la psiquiatría, la
psicología, la inteligencia artificial, los modelos de redes neurales, la
psicofisiológia o la neurobiología.
Muchos
han sido los investigadores que han estudiado la razón de soñar, y han
intentado dar explicaciones sobre la conciencia en los sueños. Por ejemplo,
Empson planteó que, a diferencia de nuestras experiencias conscientes, en los
sueños nos vemos asistiendo a experiencias que ocurren sin el control de la
experiencia.
J.Tirapu
(2012) plantea: “Los sueños, son considerados como un estado de conciencia
caracterizado por un reducido control sobre su contenido, imágenes visuales y
activación de la memoria, y mediado por incentivos motivacionales y saliencia
emocional.”
Por
otra parte, Hobson y Stickgold señalaron las principales características de los
sueños: Por lo que los sueños serian alucinaciones, entendidas como
experiencias sensoriales principalmente visuales, auditivas y táctiles
planteadas como distorsiones cognitivas.
Según
Freud los sueños son la representación alucinatoria de un deseo, el cual es
infantil, sexual y reprimido.
El
sueño es un estado biológico activo, periódico, en el que se distinguen las
etapas NREM y REM, que se alternan sucesivamente durante la noche. Intervienen
los relojes biológicos en la modulación del sistema, así como neurotransmisores
específicos. Se trata de una red neuronal compleja, en la que intervienen
diversas zonas del sistema nervioso central. Los procesos oníricos están
controlados además de forma neural.
Los
sueños parecen afectar a los procesos de consolidación de la memoria, y existe
una considerable variabilidad entre los sueños individuales.
Origen del sueño.
El sueño, biológicamente, no es
una falta total de actividad, sino que se puede considerar como un estado
biológico concreto, un estado conductual, según se viene diciendo desde los
años ochenta del pasado siglo.
En contraposición al coma, el estado de sueño es reversible en
respuesta a estímulos adecuados y genera cambios electroencefalográficos que lo
distinguen del estado de vigilia. La disminución en la motricidad de la
musculatura esquelética y en el umbral de reactividad a estímulos son otras dos
características de este estado.
El sueño es periódico y en general espontáneo, y se acompaña en el
hombre de una pérdida de la conciencia vigil. Sin embargo, aun cuando el hombre
tenga sueño, puede, voluntariamente, no dormir.
El sueño tiene distintos grados de profundidad, y se presentan
modificaciones fisiológicas concretas en cada una de las etapas del mismo. Para
el estudio de los cambios funcionales que se dan durante el sueño se atiende a
unas variables que se denominan indicadores del sueño: el electroencefalograma
(EEG), los movimientos oculares y el tono muscular.
Etapas del sueño.
Cuando
dormimos y soñamos, la actividad eléctrica del cerebro sigue unos patrones
particulares, lo que permite hablar de ese proceso en términos de etapas. Las etapas se diferencian por variaciones en
la actividad eléctrica del cerebro, la cual se mide utilizando un electroencefalograma.
Las lecturas del electroencefalograma se expresan en términos de ondas.
Las diferentes etapas del dormir y soñar se
identifican por variaciones en la amplitud (o sea tamaño) y frecuencia (o sea,
número de veces que se repite una onda en función del tiempo).
Despierto
y alerta predominan las ondas beta (alta frecuencia y baja amplitud). Despierto
y muy relajado (antesala de dormirse). Se caracteriza por ondas alfa. Estas son
de un poco más amplitud y menos frecuencia que las ondas beta.
Según estos indicadores, se distinguen varias etapas en el sueño:
La etapa I, de somnolencia o adormecimiento, en que tiene lugar la
desaparición del ritmo alfa del EEG (típico del estado de vigilia), hay tono
muscular y no hay movimientos oculares o, si los hay, son muy lentos.
La etapa II - III, de sueño ligero, se caracteriza por una
disminución aún mayor del ritmo electroencefalográfico, con la aparición de los
típicos husos de sueño y los complejos K, fenómenos de los que es responsable
el núcleo reticular del tálamo; sigue existiendo tono muscular, y no hay
movimientos oculares.
La etapa IV, de sueño profundo, presenta un ritmo
electroencefalográfico menor, no hay movimientos oculares y el tono muscular se
mantiene o puede estar muy disminuido. En la instauración de esta fase del
sueño intervienen, entre otras estructuras, la corteza prefrontal y el núcleo
dorso medial del tálamo. El Insomnio Familiar Grave es una enfermedad de tipo
priónico y evolución fatal que fue descrita por primera vez por Lugaresi y su
equipo en los años ochenta, cuyo estudio permitió descubrir la importancia de
tal estructura talámica para la instauración del sueño lento o profundo. Es la
fase del sueño más reparadora. Hay movimientos organizados del dorso; el
individuo da vueltas en la cama, cambia de postura. Esta fase dura
aproximadamente un 25% del total del tiempo del sueño.
Las etapas I a IV se denominan en su conjunto sueño no REM (NREM).
La siguiente etapa es la de sueño paradójico, que se caracteriza
por una actividad EEG que recuerda al estado de vigilia (por eso se habla de
sueño paradójico), debida a una activación cortical por parte de estructuras
encefálicas profundas, como es la formación reticular activadora. Fue
descubierto por Kleitman y Aserinsky, junto con Dementa,
en los años cincuenta del siglo pasado. Hay una desincronización del EEG, que
se asemeja a una situación de vigilia, de alerta. Se observan movimientos
oculares rápidos (también se habla de sueño MOR, de movimientos oculares
rápidos o sueño REM, de rapid eye movements), dependientes de la actividad de
estructuras profundas tales como la formación reticular pontina. Se produce una
atonía (desaparición del tono muscular), de lo que son responsables estructuras
como la formación reticular bulbar, el locus coeruleus, etc. El músculo
diafragma sigue manteniendo el tono, y contrayéndose, permitiendo la
respiración. La fase de sueño REM constituye un 25 % del sueño total. En el
recién nacido, el sueño REM constituye el 50% del tiempo total de sueño. El
tiempo de vigilia va aumentando con la edad, cada vez se duerme menos, y cada
vez hay menos sueño REM. Parece ser, en líneas generales, que el sueño
paradójico se produce, filogenéticamente, cuando la corteza cerebral está más
desarrollada. De la instauración del sueño REM es responsable el tronco del
encéfalo, concretamente un grupo de neuronas que también descargan en la
vigilia (el centro nodal es el núcleo reticular pontino oral, cuyas porciones
ventral y paramediana reciben conexiones de múltiples estructuras relacionadas
con el control del ciclo vigilia-sueño), produciendo una activación de los
sistemas colinérgicos.
Las fases de sueño NREM y REM se alternan sucesivamente, cuatro a
cinco veces por la noche. En total, la fase de sueño NREM dura unas 6 horas; y la
fase de sueño REM, dos horas, por término medio. Es más fácil despertar al
sujeto en la fase de sueño REM que en la fase NREM. Los medicamentos
antidepresivos reducen el sueño REM y las benzodiacepinas acortan o suprimen
las fases III yIV.
La
etapa REM adquiere su nombre de “Rapid Eye Movement”. En español se le denomina
MOR (Movimiento Ocular Rápido). El nombre describe algo que caracteriza esta
etapa y es el hecho de que los ojos se mueven rápidamente en distintas
direcciones.
Se
sabe que pasar por la etapa REM es importante porque ayuda a la recuperación
mental. Personas que son privadas de la etapa REM manifiestan déficit de
atención, problemas en el aprendizaje, memoria y el estado de ánimo. También
muestran un efecto rebote, esto es, una tendencia a pasar más tiempo en REM
para recuperar lo perdido.
Algunas
drogas, incluyendo los sedantes que se utilizan para dormir y el alcohol,
privan a la persona de pasar por REM, por lo que la calidad del sueño de estas
personas se ve altamente deteriorada.
Dormir y sueño.
Dormir
y soñar son dos procesos diferentes, pero estrechamente relacionados. Por lo
regular, se considera el soñar como una etapa dentro del dormir.
El dormir se considera un ritmo circadiano, lo
que significa que la alternancia dormido despierto responde al patrón día -
noche.
El sueño es por lo tanto un estado dinámico, en el que se activan
e inhiben distintas zonas del encéfalo. Obedece a un ritmo biológico,
circadiano (cada 24 horas), al que se ajusta el proceso. De por sí, el ritmo
sueño-vigilia es cada 25-29 horas, según se ha estudiado experimentalmente en
voluntarios encerrados en una habitación a la que no llegan las influencias
exteriores. Pero la presión del sueño aumenta en torno a las dos de la tarde,
lo que explica que sea fisiológico sentir sueño después de comer. La voluntad
puede evitar el dormir después de comer.
Existen unos relojes biológicos en el sistema nervioso central.
Uno de ellos, situado en el hipotálamo, establece el ritmo sobre los otros
relojes biológicos, situados caudalmente, y hace que el sueño NREM y el sueño
REM duren un tiempo fijado. Intervienen en su regulación no sólo, y de modo
fundamental, los impulsos retinianos, sino también otras influencias, como es
el pH de la sangre o la glucemia. El hipotálamo no es responsable en sí mismo
del ritmo vigilia - sueño, pero sí forma parte de las redes neurales implicadas
en el proceso, redes neurales sobre las que deben de actuar diversos sistemas
para hacer que el proceso quede anulado por un tiempo, y al fin y al cabo retrasado.
Las conexiones eferentes del hipotálamo son muy profusas, e incluso
bilaterales: hacia el hipotálamo posterior, región preóptica, núcleos del
septo, núcleo paratenial, núcleo paraventircular del tálamo, núcleo ventral
lateral del tálamo y glándula pineal.
El proceso del ciclo vigila-sueño está regulado por una red
neuronal compleja en la que intervienen diversas zonas del sistema nervioso
central, a base de activaciones y de inhibiciones, cuyo resultado es la vigila
o el sueño.
La
persona está marcada ya desde antes de niño, de antes de nacer por su plantilla
genética, su dormir/vigilia establecido por la vida intrauterina. Él bebe en el
momento del dormir está marcado, hay una influencia de la luz. En el útero se
deja llevar de acuerdo a la homeostasis de la mamá. Tiene ciclos endógenos en
la vida intrauterina, separado del mundo externo, que llega con variaciones.
Estos ciclos endógenos establecen los ritmos endógenos que acostumbró en el
útero, en su disposición dormir/vigilia.
Teorías del sueño.
Modelo
de activación y síntesis: De acuerdo con este modelo, los sueños tienen una
razón fisiológica, no psicológica. En términos generales, le explicación que
este modelo ofrece es que los sueños son el resultado de la interpretación que
el cerebro produce de la activación de distintos centros (visión, audición,
memoria) que se genera a raíz de la actividad eléctrica que se suscita durante
REM.
Teoría
de “soñar para sobrevivir”: Según esta
teoría los sueños encarnan preocupaciones de nuestro diario vivir, ilustrando
nuestras incertidumbres, indecisiones, ideas y deseos. La función de los sueños es reconsiderar y
reprocesar información que es crítica para nuestra sobrevivencia diaria.
Investigaciones relacionadas con el desempeño en tareas visuales motoras
indican que si el sujeto es privado de REM su ejecución en la tarea disminuye.
Perspectiva freudiana: Según Freud, los sueños reflejan las
urgencias y deseos inconscientes, que son mayormente de naturaleza sexual y
agresiva. Durante el sueño hay un
particular encuentro entre los planos de lo consciente y lo inconsciente. A pesar de que hay expresión de lo
inconsciente, esto se hace de manera disfrazada para no atentar contra las
normas de la conciencia.
Por
eso, dice Freud, el sueño se da en simbolismo o en dos planos. Por un lado,
está el contenido manifiesto que se refiere a aquello que recordamos del sueño.
El significado real de lo que soñamos, o sea, el significado de los simbolismos
constituye lo que Freud llama el contenido latente. La interpretación del sueño requiere partir
del contenido manifiesto para llegar al contenido latente.